Aprender un nuevo idioma puede resultar una tarea desafiante, y más aún para adultos que deben transitar el camino del aprendizaje balanceando los desafíos de su vida profesional con su vida personal.
Algunos necesitan aprenderlo por motivos laborales, otros por interés personal, pero todos tienen en común un interrogante esencial:
¿Cuánto tiempo lleva?
Antes de responder esta pregunta debemos aclarar que, en este artículo, cuando hablamos de aprender, nos referimos al proceso integral de adquirir las habilidades fundamentales en el nuevo idioma.
En cambio, si una persona necesita adquirir habilidades inmediatas para una situación concreta (por ejemplo, hacer una presentación en inglés), los tiempos se reducen significativamente.
Habiendo aclarado eso, es necesario tener en cuenta que, en la etapa adulta, aprender un idioma está influenciado por una variedad de factores clave:
1. La motivación (trabajo, viajes, crecimiento personal) impacta directamente en la velocidad y efectividad del proceso. Cuando se está genuinamente interesado en lo que se está aprendiendo, resulta más fácil asimilar y retener información.
2. La exposición y la práctica constante son esenciales. Los adultos que ejercitan diariamente y están expuestos al idioma real, en situaciones cotidianas o profesionales, avanzan más rápido.
3. La edad y la plasticidad cerebral influyen en los procesos de aprendizaje. Aunque los adultos no tienen la misma plasticidad cerebral que los niños aún pueden aprender de manera efectiva. La plasticidad cerebral es la capacidad del cerebro de cambiar y adaptarse a lo largo de la vida. En la niñez esta plasticidad hace que aprender un idioma sea más rápido e intuitivo. En la adultez, si bien la plasticidad no es la misma, aprender un idioma es posible, solo hay que abordar el proceso de aprendizaje de manera diferente teniendo en cuenta otros aspectos, como ser la motivación, el método y las necesidades individuales.
4. La experiencia previa en el aprendizaje de otras habilidades o conocimientos les proporciona una ventaja al enfrentar el aprendizaje de un nuevo idioma. Tienen estrategias más desarrolladas para memorizar y estructurar el conocimiento. Por ejemplo, pueden aplicar reglas gramaticales de manera consciente y hacer conexiones lógicas entre su idioma nativo y el nuevo.
5. El método de aprendizaje marca la diferencia ya que cada persona tiene un estilo de aprendizaje único. Adaptar el enfoque de las clases al estilo de cada uno mejora la comprensión y retención de los conocimientos. También es fundamental personalizar el aprendizaje según las necesidades individuales del alumno.
Entonces, el tiempo estimado que se necesitará para alcanzar la fluidez en un determinado idioma variará para cada adulto según estos factores y según la complejidad de la lengua a aprender, pero, en términos prácticos, con estudio y práctica constante, un adulto podría hacerse entender en conversaciones sencillas o cotidianas en 6 a 12 meses.
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